El desarrollo de la electromovilidad y las tecnologías en torno a las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) impulsarán en gran medida la demanda de cobre en los años venideros afirmó Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining.

El profesional participó en una charla organizada por el Colegio de Ingenieros de Chile y Voces Mineras, en la que se analizó el impacto que tendría para el mercado y la industria del cobre el actual conflicto que existe entre Estados Unidos y China.

En la instancia, Guajardo comentó que visualiza este conflicto como una lucha entre el poder dominante y el aspirante, destacando el despegue a gran escala de China como potencia industrial desde inicios de 1985, reduciendo la brecha con las demás potencias en los últimos años.

En esa línea, indicó que el país asiático está en una transición a una economía basada en consumo interno, servicios y tecnología, que seguirá siendo el actor dominante en la demanda de commodities, por sus diversas iniciativas en materia de inversiones y desarrollo económico.

La nueva demanda de cobre

El director ejecutivo de Plusmining expresó que la incertidumbre que existe en torno a cómo se desenvolverá el conflicto entre ambas potencias mantiene en cautela las inversiones mineras, aunque hizo hincapié en que existen macrotendencias que favorecen la demanda por metal rojo, como es el caso del desarrollo tecnológico a las ERNC y la electromovilidad, junto con el hecho que el 83% del consumo chino de cobre es para uso doméstico.

Para ilustrar sus dichos, afirmó que la electromovilidad podría implicar una demanda de más de 500.000 toneladas de cobre por año desde 2021. En este mismo tema, indicó que China ha tomado como estrategia competir con Estados Unidos en la producción de autos, pero que lo hará “en otro territorio” fuera de los vehículos convencionales, es decir, apunta a los autos eléctricos. Guajardo recordó que China explica más del 60% de baterías para este fin.

A ello se suma el que la Asociación Internacional de Cobre estima que la iniciativa china One Belt One Road, que conlleva el desarrollo de infraestructura emulando a lo que fue la Ruta de la Seda en el pasado, requiere más de 420.000 toneladas de cobre al año entre 2018/2022 y más de 560.000 toneladas anuales del metal rojo entre 2023/27.

Vinculado a esta última iniciativa, Guajardo comentó que China visualiza que en el centro de Asia existe un gran potencial de cobre, que podría ser explotado de mejor forma al disponerse de la infraestructura que sustente esas operaciones mineras, como la que el país asiático proyecta desarrollar.