(El Comercio) La minera Southern Perú Copper Corporation, controlada por Grupo México, confía en que este año dará inicio a la construcción de Tía María, el proyecto cuprífero de US$1.400 millones situado en la región Arequipa.

A la fecha, la compañía ya cuenta con los estudios de ingeniería del proyecto y el estudio de impacto ambiental aprobado, pero aún no consigue la licencia del Estado para comenzar con las labores de construcción. El primer ministro, César Villanueva, ha dicho que el gobierno buscará viabilizar los proyectos mineros como Tía María.

“Esperamos dar inicio a la construcción del proyecto minero Tía María este 2018”, señaló a El Comercio Oscar González Rocha, CEO de Southern Perú, quien además consideró que el Perú requiere inversiones para dinamizar la economía.

Tía María fue paralizada en el 2015 debido a la falta de aceptación de parte de algunas comunidades. Para revertir esta situación, Southern Perú ha venido trabajando diversas iniciativas como charlas informativas, audiencias y programas sociales para mejorar su relación con las comunidades.

Una de estas iniciativas ha sido la implementación de un programa educativo para fortalecer los procesos de aprendizaje de los estudiantes, similar al que la minera desarrolló en la región Moquegua.

“El programa, que comienza con el reforzamiento en el aprendizaje de las matemáticas, se está desarrollando en el Valle de Tambo, en el área de influencia de Tía María”, comentó González Rocha.

El CEO de Southern Perú dijo que la expectativa es iniciar rápidamente la construcción del proyecto una vez que obtengan la licencia. La culminación de los trabajos tomarían alrededor de dos años para luego dar inicio a la fase de producción. Se estima que Tía María producirá más de 120 mil toneladas de cobre al año.

Otras inversiones

González Rocha señaló que Southern Perú tiene una cartera de proyectos con un presupuesto de capital de US$2.900 millones, de los cuales ya se invertieron US$1.620 millones al término del 2017.

Según detalló el ejecutivo, la expansión de Toquepala (Tacna) demandó un presupuesto de US$1.255 millones. La empresa está próxima a finalizar dicha ampliación, que aportará 100 mil toneladas de cobre fino a su producción.

Para generar ahorros operativos de US$23 millones anuales, Southern Perú también está invirtiendo US$260 millones en un proyecto para implementar una trituradora y un sistema de fajas para el transporte de mineral en la mina Cuajone (Moquegua). Asimismo, ha destinado un presupuesto de US$116 millones en la elevación de la altura de la presa de relaves, en la zona desértica denominada Quebrada Honda.

Al  cierre del 2017, Southern Perú reportó una producción de cobre de 306.153 toneladas métricas finas y su ganancia neta se incrementó a US$532 millones gracias al repunte de los precios del cobre y molibdeno.

Ante el buen ciclo del precio de los metales, la compañía ya tiene en el radar la ejecución de nuevos proyectos.

“Estamos estudiando invertir US$2.800 millones en el desarrollo del proyecto Los Chancas (Apurímac) y otros US$900 millones en la posible ampliación de la fundición y refinería de cobre en Ilo”, sostuvo González Rocha.

Michiquillay

En relación a Michiquillay (Cajamarca), el CEO de Southern Perú dijo que lo primero será suscribir el contrato de concesión con el Estado. Los próximos pasos apuntan a encaminar el proyecto. Para esto, prevén diseñar una estrategia de intervención social con el objeto de satisfacer las expectativas de las comunidades y los gobiernos subnacionales.

De esta manera, la empresa espera realizar actividades de exploración y convencer a la población de los beneficios del proyecto en un período de dos años para luego pasar a la construcción, que tomaría otros tres años. Con esto, Michiquillay iniciaría producción en el 2023. El tiempo dirá si los planes sobre la mesa se concretan.