Las denunciadas prácticas de explotación infantil realizadas en las minas de la República Democrática del Congo –donde se concentra más de la mitad de las reservas mundiales de cobalto- y el boom de la electromovilidad, han gatillado que actores de la industria minera centren su atención en buscar nuevos yacimientos para la extracción y producción de este mineral, el que actualmente tiene un mercado de 120.000 toneladas, cantidad que se proyecta subiría a 300.000 ton. de aquí a ocho años más.

Así lo explica, Ignacio Moreno, gerente de Chilean Cobalt Corporation (filial de la norteamericana Genlith en Chile) compañía que busca ser pionera en la reactivación de este segmento minero: “Como ha habido mucha acusación de explotación infantil, de condiciones laborales muy deplorables y ambientales muy difíciles, hay compañías como Sony o Apple que declararon que no seguirían comprando cobalto que proviene de esa zona (la República Democrática del Congo) y eso significa que la mitad de la producción de cobalto está cuestionada”, sentencia el ex subsecretario de Minería.

Asimismo, sostiene que “desde que apareció la electromovilidad con mucha fuerza (en los últimos tres años), hoy día el 45% del cobalto se vende para baterías. Y se ha proyectado que entre un 60% y un 70% del cobalto irá a baterías y ése es el motivo por el que hay mucha empresa buscando cobalto”.

Chilean Cobalt Corporation en exploración

En este escenario, Chilean Cobalt Corporation no sólo firmó un acuerdo de opción con la familia Callejas en La Cobaltera, sino además, tiene un contrato de opción con una empresa ligada a la familia de Alfredo Ovalle (dueños de minera Las Cenizas) en terreno ubicado en Carrizal Alto, en Vallenar hacia el norte. “Es un contrato de opción con similares características al firmado con la familia Callejas Molina. También tenemos tres años para hacer exploración, pero ahí hemos avanzado poco, hemos tenido algunas visitas, hemos hecho geoquímica”, puntualiza el gerente general de Chilean Cobalt Corporation.

En lo que respecta al acuerdo de opción con la familia Callejas Molina, éste les otorga el derecho de explorar en el terreno del sector de La Cobaltera (en alrededor de 1.400 hectáreas) durante tres años. Luego de ello, decidirán si ejecutarán la opción.

“Hemos avanzado bastante y ya tenemos la geofísica, parte de la geoquímica y estamos cotizando empresas de sondajes, pues el objetivo es empezar la campaña de sondaje durante las próximas semanas”, revela el representante de Genlith en Chile.

Ahora bien, ¿de qué depende continuar hacia las siguientes fases en La Cobaltera?  Ignacio Moreno indica que están trabajando sobre cuál es la hipótesis razonable para poder seguir adelante con el proyecto. “La hipótesis para saber si es rentable depende del precio del cobalto a nivel internacional, del precio que nosotros proyectamos, de los costos que podamos tener y de la calidad del mineral que encontremos”.

En este contexto, prevé que demorarán entre dos y tres años en la fase de exploración y que, en el mejor de los casos, en 2022- 2023 podrían comenzar a producir. “Hasta ahora los resultados han sido muy interesantes. Tengo mucha confianza en que vamos a encontrar lo que estamos buscando”, enfatiza.

Estiman que lo que están buscando en La Cobaltera está en una escala del orden de dos millones de toneladas de mineral de cobalto. Y en lo que respecta a la inversión total de este proyecto, consideran un piso mínimo en torno a US$80 millones.

El cobalto en el mercado

Hoy, con un volumen de 120.000 toneladas, “el mercado del cobalto es menos del 1% de lo que es el mercado total del cobre”, señala el gerente de Chilean Cobalt, agregando que “debería triplicar su tamaño de aquí a los próximos diez años, para llegar a un volumen de 300.000 toneladas (hacia 2025-2028)”.

Respecto del precio, Moreno manifiesta que el cobalto puro se está acercando a US$100.000 por tonelada y, a partir de ello, considera que para cualquier proyecto basado en cobalto, éste es un precio razonable tanto para compradores como para productores.

Agrega que “el impacto que se ha generado en la demanda se refleja en el precio del cobalto, que subió de US$25.000  –promedio- que tenía hace tres años, al de hoy, que llega a US$95.000”.

Proyección

En consideración a la tendencia de crecimiento que ha mostrado la demanda por cobalto en los últimos años, Moreno proyecta que ésta se irá incrementando entre 20.000 y 30.000 toneladas anuales. Estima, además, que este año podría llegar a 130.000-140.000 toneladas y en 2019 a 150.000 ton.

El ejecutivo resalta que la demanda está expandiéndose mucho más rápido de lo que la oferta puede crecer, puesto que para producir cobalto se requieren varios años.

La escasez de cobalto: su mayor amenaza

Ante este panorama, el gerente general muestra interés en que aumente la cantidad de productores de cobalto, ya que se necesita un equilibrio en el mercado entre oferta y demanda. En ese sentido, subraya que “que la mayor amenaza que tenemos hoy día es que la oferta no pueda abastecer toda la demanda y que los productores empiecen a buscar otras soluciones tecnológicas que sustituyan este mineral, por ejemplo, batería sin cobalto, o con poco cobalto”.